martes, 4 de septiembre de 2007

¿Puedo repetir?

Remy tiene un don: su olfato distingue los buenos olores y esto le hace apreciar la buena cocina, tiene el talento de saber combinar ingredientes para poder degustar algo más que la simple basura que recoge. El sueño de Remy no puede ser otro: convertirse en chef. El pequeño problema es que Remy es una… rata.

"La base de Ratatouille no está mal, pero parece demasiado infantil y poco original...", fue lo que pensé en un principio. Pero más tarde me enteré de que el cabecilla del nuevo proyecto de los estudios Pixar era Brad Bird, que tanto sorprendió con sus Increíbles. Así que le di una oportunidad, claro.


Y oh lá lá, Ratatouille se puede comparar con el delicioso sabor de tu plato favorito cuando lo saboreas por primera vez. Bajo su apariencia simple e infantil se esconde todo un espectáculo de originalidad, de frescura donde la mejor tradición se fusiona con la vanguardia de los nuevos creadores, y posiblemente el mejor de todos en esta escuela sea Brad Bird.

Ratatouille es la mejor película de este verano, una de las mejores de este año y ya clamo para que se lleve el Oscar en su categoría el año que viene. Deliciosa, dulce, alocada… recicla unos valores que ya estamos hartos de ver en el cine y le añade tantos ingredientes que la experiencia es totalmente nueva y genuina. Qué gusto, qué diversión, qué dulce… Vaya personajes (buenísima la caracterización francesa), qué chistes, qué técnica (¡cómo se mueve la cámara!). Es el estado de gracia de un estudio que sabe mantenerse arriba en cada entrega con sabiduría y creatividad, los chicos de Pixar estudios, a quienes Disney apadrina con toda su sabiduría económica (no es tonto el viejo ratón, no…) demuestran de nuevo que son los mejores en cuanto a cine de animación 3D se refiere. Y lo que más plausible me parece: hacen una historia tanto para niños como para adultos (si eres un adulto con un toque infantil mejor), la de detalles que tiene la película para disfrute excepcional de los mayorcitos (atención a cómo describe Remy los sabores).


Exquisita de principio fin (con un comprensible altibajo más allá de la mitad de la película). Su final es quizás lo más sorprendente, cuando me espero un cierre típico y común en este tipo de historias, el señor Brad Bird me conmueve con un cierre modélico, toda una lección de vida. Con los créditos me entraron ganas de preguntar: ¿se puede repetir?

Pero lo primero que exclamé al salir de la sala no fue el conjunto de la historia, fue la música de Michael Giacchino (reclama ya su nominación a la mejor BSO); de lo mejor que he escuchado últimamente, este hombre se ha puesto definitivamente en mi punto de mira (o de escucha, mejor dicho). Pero para qué describir, dejo para abrir boca este fragmento del cómo se hizo la banda sonora.







5 comentarios:

Marion dijo...

A mi tambien me ha gustado la pelicula, aunque nunca habria pensado en tantas cosas como tu, muy interesante. El reportaje tambien esta muy bien. Eso es una sorpresa :-).

Anónimo dijo...

Desde luego, el trabajo musical de Giacchino se hace notar: este señor maneja como nadie todo tipo de instrumentaciones, algunas más delicadas, otras simplemente sorprendentes. De cualquier modo, la banda sonora da a "Ratatouille" aún más sabor si cabe.

Rikku dijo...

Tendré que verla...

¡¡Un saludo a los 3!!

Fauno dijo...

Un saludo, me alegro de ver algo nuevo por aquí, yo actualizare cuando terminen mis vacaciones. te podnre en favoritos. hasta pronto.

sacris dijo...

Tengo que ver esa peli! Me gustan mucho las de dibujitos pero hace tiempo q no hago tiempo para ir al cine. A ver si esta está bien, a mi me pasó lo mismo con la de Robots, creí que no sería tan buena pero cuando la ví me gustó muchísimo.